
Que se dote a los funcionarios de guantes adecuados a su labor, garantizando el máximo de protección anticorte (5/5) y resistencia a la perforación (5/5).
Asimismo, los niveles de resistencia al desgarramiento, a la abrasión y la calidad general debe ser acorde con el uso al que van destinados. Si esto no se produce, será la administración la única responsable y tendrá que asumir las consecuencias en caso de accidente laboral sin perjuicio de las acciones legales que pueda emprender esta asociación en la mejor defensa de los derechos que corresponden a los funcionarios de prisiones.